martes, 14 de abril de 2015



PASANDO DE "ENSEÑAR" A "TRABAJAR EN COLECTIVO" 

Es posible una clase de educación artística con un solo estudiante? No si seguimos pensando con las mismas lentes puestas con las que nos han enseñado lo que es la educación. Hoy cuando llegué a dar la primera clase del nuevo ciclo académico, me di con la sorpresa de que en mi curso solo tenía tres estudiantes, de los cuales dos no habían venido, dado las típicas confusiones de matriculada generadas durante la primera semana. 

Yo tenía hecha una planificación en la que esperaba que se diera un debate crítico en torno a un video como detonante, íbamos a hablar de las nuevas necesidades en la educación generadas por las nuevas identidades culturales, etc. y todo ello en un clima de diálogo grupal e intervenciones múltiples. ¿Pero qué haría ahora, con un solo estudiante? entonces pensé que ya era hora de cambiar de verdad con los formatos, y que dicho cambio muchas veces significa aceptar que suceda "lo inesperado", pasar de dar clase a trabajar en conjunto. De este modo el estudiante ya no es más "un estudiante" y el docente tampoco es más "el docente" y el aula se convierte en un espacio para la creación conjunta y colaborativa.



A partir de una pregunta, comenzamos a escribir posibles respuestas en un rollo de papel higiénico, invadiendo el espacio del aula y saliendo de esta, para seguir interviniendo en el pasillo, "molestando" al personal que para pasar tenía que leer nuestra instalación/intervención, y generando desde incomodidades hasta complicidades y participaciones.



Finalmente recortamos todas las palabras escritas para revolverlas y generar nuevos significados, esta vez interviniendo en las mismas paredes del aula, mobiliario, sillas, pasillo y puertas.


A través de una práctica propia del arte contemporáneo, se generó un clima de camaradería, de complicidad y de compañerismo, así como una profunda reflexión en torno a las nuevas problemáticas y necesidad de la Educación. Sin planearlo habíamos roto las barreras entre Arte y Educación, convirtiendo la clase en una acción en la que se desarrolló un proceso de indagación, cuestionamiento, y práctica a partir de una pregunta de investigación.


















La mayoría de las veces estamos tan preocupados por que nuestras vidas sigan la misma trayectoria, por seguir el camino establecido que se nos pasan de largo posibilidades increíbles de aprendizaje por miedo a no hacer lo que se espera de nosotros. Como decía Eduardo Galeano, "la sociedad no condena la injusticia sino el fracaso", el error suele ser el resultado de la experimentación, de probar otras cosas, solo a través del error es posible abrir nuevas posibilidades y soluciones. Lamentablemente se nos ha enseñado desde niños a no errar y a no equivocarnos, cuando crecemos nos da tanto miedo fracasar que olvidamos que existen otras posibilidades a las que uno solo llega si se arriesga; pero cuando todo falla, cuando lo que teníamos planeado cambia, surge una esperanza para "lo inesperado".